4 de mayo de 2024

Adoctrinamiento público y gratuito

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO

 

 

Friedrich Engels, Alfonsina Storni, Adriana Puiggrós, Eduardo Galeano, Eva Perón y la Constitución Nacional marcharon en alto por las calles de Paraná. Junto a ellos se alzaban muchos otros autores y pensadores que en formato libro eran sostenidos por quienes se manifestaron el martes 23 de abril en favor de la universidad pública, laica y gratuita. La marcha federal, con epicentro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pero que se replicó en las principales ciudades del país, tuvo concurrencia multitudinaria en la capital entrerriana.

 

 

Desde plaza 1° de Mayo a plaza Mansilla, miles de personas de diversas corrientes ideológicas y políticas expresaron su unánime apoyo al sistema universitario y exigieron mayor presupuesto para garantizar el funcionamiento de las casas de estudio. Este despertar de la conciencia cívica en tales dimensiones representa, posiblemente, la mayor manifestación pública contra las políticas de Javier Milei hasta el momento.

Los libros se mezclaban entre las pancartas a mano alzada y las banderas de cada institución educativa, sindicato, partido, movimiento u organización social. Estudiantes, docentes, graduados, personal administrativo y de servicio se citaron primero en cada sede académica para marchar y confluir en la plaza 1° de Mayo. Desde allí, encabezada por un pasacalle que decía «Ciencia y universidad pública son derechos del pueblo», partió la concentración cuesta abajo por Corrientes hasta La Paz, donde giró a la izquierda y llegó frente a la casa de gobierno por Laprida. UNER, UNT y UADER (principalmente la FHAyCS) protagonizaron la jornada de lucha.

 

 

«Que cagazo, que cagazo, obreros y estudiantes, como en el Cordobazo»; «Llamen al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, pelea y pela por la educación»; «Con los huesos de Caputo vamos a hacer una escalera, para que a las facultades, pueda entrar la clase obrera»; y «Universidad, de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode» fueron las consignas más coreadas de la tarde. Las columnas fueron entrando a la plaza Mansilla y la cabecera se situó en la puerta principal, mientras que el resto se dispersó por las dársenas de asfalto e incluso ocupó calle Laprida frente al Poder Judicial.

En un momento de la tarde, el músico y docente Luis Barbiero se arrimó con un saxofón hasta el núcleo de la multitud y comenzó a tocar el himno nacional, que fue expandiéndose entre los presentes. También a varias voces se leyó un documento escrito por la Mesa Universitaria (estudiantes, docentes y no docentes), del que poco se escuchó por el insuficiente sonido.

 

 

El texto consensuado, de cinco carillas, afirma que: «Nos encontramos con una situación que frena el funcionamiento regular del sistema educativo y científico: falta de acuerdos paritarios, suspensión total de obras de infraestructura, la no renovación de sistemas nacionales becas, la eliminación del Fondo de Incentivo Docente y la devaluación de más del 70% y no actualización del presupuesto y salarios universitarios. Esta situación nos alerta del clarísimo proceso de vaciamiento, privatización e incluso cierre de nuestras instituciones educativas y científicas. El mismo poder ejecutivo que relegó el carácter ministerial de educación y ciencia a secretarías, es responsable de este inminente riesgo». Luego, agrega que «el presupuesto universitario está hoy en uno de los niveles más bajos de la historia. Estamos con un presupuesto congelado en un contexto de 287% de inflación interanual y no se pueden garantizar el funcionamiento de nuestras facultades».

Además, se fundamentan razones de esta situación: «Tienen miedo de que el pueblo se eduque en instituciones públicas, porque saben que allí es desde donde se construye un pensamiento crítico y desobediente que se propone transformar las desigualdades sociales, y para ello es fundamental un Estado que tenga como horizonte la dignidad, la justicia social y la igualdad real. Tienen miedo del pensar crítico porque es un modo de pensar capaz de desmantelar las estructuras monopólicas de las clases dominantes de las que ellos son parte. Nos tienen miedo porque somos quiénes atentamos contra la libertad de mercado, porque entendemos que nadie nos puede confiscar nuestras libertades para venderlas al mejor postor».

 

 

Mientras la desconcentración devolvía la plaza a su tranquilidad habitual, grupos de amigos, compañeros y conocidos demoraban la partida intercambiando pareceres sobre este 23 de abril, en general coincidiendo en la masividad como posible delimitación del accionar corrosivo del gobierno nacional. Al igual que el clima que comenzó con pronóstico de lluvia y regaló rayos de sol al atardecer, la sensación de la jornada dejaba una luz de esperanza ante el avance de la barbarie neoliberal.

 

 

 

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