19 de abril de 2024

Sonidos desde lo profundo de la urbe digital

TEXTO JUAN ALMARÁ

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Ciro Mendoza, alias Krank, es informático de profesión y se dedica a «codear aplicaciones, webs y videogames de forma independiente», según él mismo define. Al momento de establecer un lugar de residencia, afirma que vive en el ciberespacio, desde una terminal en Buenos Aires, aunque recalca que «Paraná es mi segunda casa y puedo conectarme desde ahí también».

Su campo de intereses se mueve en torno a la electrónica, los dilemas éticos y filosóficos relacionados al avance tecnológico y su incorporación a la vida cotidiana. A su vez, también le interesan las consolas de 8 y 16 bits de los 80’ y 90’ y, por supuesto, sus juegos. Cuenta que «cuando era niño le pedí a mi madre que en vez de enviarme al viaje de egresados me comprara una computadora. Esa decisión definió mi vida, y desde entonces mi vínculo con lo electrónico sigue hasta hoy manifestándose de diversas formas». En ese sentido, entiende que su trabajo con la música conjuga esas temáticas.

 

 

Experimentación cyberpunk

Ciro es productor de Ciberdelia, un compilado digital de la escena electrónica subterránea argentina, del que participan «músicos y experimentadores sonoros de diferentes reductos argentinos». En total, son 16 temas que pueden encontrarse en Bandcamp y que dan cuenta de la nutritiva y variada vida que se desarrolla en las pistas alternativas virtuales, en tiempos de pandemia.

Es una producción autogestionada que apela a la contribución monetaria de sus consumidores para continuar existiendo y expandiéndose. Ciro comenta que el proyecto «nace como un intento de registrar la surgente movida cyberpunk de, por lo menos, algunas ciudades que pude conocer. En todas ellas noté que existía una escena conformada por diferentes personajes que no se reconocían colectivamente».

Mendoza define al cyberpunk desde una perspectiva contracultural, constituyente de estilos de vida alternos atravesados por la tecnología, cuyos sonidos poseen un marcado carácter no establecido. Y es así que la ficción se convirtió en la actualidad: «noté que esas secuencias de nuestras novelas favoritas de ciencia ficción, con el avance de la tecnología, ahora son nuestra realidad cotidiana. Y esos anti héroes suburbanos, hackers con gadgets avanzados, que se juntan en fiestas en el ciberespacio llenas de gente rara, looks locos y sonidos extraños, terminaron volviéndose reales», asevera.

La obra apunta a catalizar esa volátil esencia cruda y real, propia de los bastiones urbanos de hoy. Ciro reconoce que su papel como productor no estuvo centrado en los aspectos técnicos de la grabación: «fui más bien una especie de agitador social y de organizador, atendiendo la intuición de saber qué nodos unir para que sucedan cosas».

 

Lobxs de silicio

En Ciberdelia convive un «rejunte de lobos y lobas esteparias del silicio que fui descubriendo por ahí», afirma Krank. En sus tracks podemos encontrar la convivencia de beats electrónicos con música folclórica (el sample de «Antiguos dueños de flechas» de Mercedes Sosa en Esteban Sánchez de The Capuchons), la marcada presencia de voces orientales en diversos formatos (procesadas industrialmente en Jason de Oblinof o como ecos lejanos en DDT de Farsa y en  «先祖代々の水» de Cyberpunk.xbeta11), sintetizadores que remiten a los slashers de los 80’s (también en «先祖代々の水»), pasajes instrumentales («Fleety de Digital Blowjob) y sonidos espaciales mezclados con voces robóticas (To The Evening Star de Replicant), entre otros tantos puntos de contacto con el imaginario electrónico.

Ciro asegura que el único requisito que les solicitó a los participantes fue que «los tracks sean originales, para que se trate de un objeto nuevo y no una simple playlist. Que las expresiones emergieran de ellxs lleva a que el concepto estético se caiga solo, sin necesidad de plantearlo antes», analiza.

 

 

Más allá de la canción

A la hora de describir al sonido electrónico actual, Mendoza pinta «una escena multiaural re interesante y copada que la gente tendría que explorar más porque propone nuevas formas de aproximarse a la experiencia del sonido más allá del baile o de la canción». Debido a esa amplitud reinante, profesa un hondo reconocimiento a los artistas que forman parte de Ciberdelia: «secretamente los admiro a todxs ellxs y uno de las razones de eso es lo impredecible que pueden llegar a ser oír los tracks a medida que los enviaban. Lo viví con la gratitud de un niño que recibe todo, me alucinó», confiesa.

Los temas fueron concebidos en el marco de la cuarentena producida por la pandemia del COVID 19. Analizando si esta particular situación influyó a la hora de dar forma a las canciones, Ciro reflexiona: «creo percibir que, indefectiblemente, el contexto está impregnado en el sonido. Es muy fuerte el impacto de las restricciones sin previsión para los músicos independientes. Por eso es valorable el tiempo y el esfuerzo que cada unx de los chicxs puso en este trabajo, aún en las dificultades. Tomar las máquinas, que son nuestras armas, para seguir creando cosas es una actitud muy cyberpunk».

 

 

Versiones 2.0

Con fuertes repercusiones desde su publicación, el horizonte se amplía y es prometedor. Krank se entusiasma y quiere más compilaciones y actividades: «definitivamente es algo que va a suceder, como también fiestas y eventos virtuales alrededor de eso. Sueño con sumar espacios, donde múltiples diversidades puedan sentirse seguras para expresarse libremente. Es la cosa más punk que podría hacer», finaliza.

 

 

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