TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS FRANCO GIORDA y PABLO RUSSO
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Recordado es el episodio generado por la colocación de la escultura EYA en la Plaza Mujeres Entrerrianas en el marco de la Semana de la Mujer de 2021. En esa ocasión, la figura generó una fuerte controversia que finalizó con la decisión del Municipio de retirar el objeto del espacio público. En el presente, la misma obra se encuentra en Pueblo Brugo.
Hacia el vértice de la amplia y frondosa plaza principal de la ciudad costera, formado por las calles Antelo y Goya, se encuentra la misma escultura que no tuvo lugar en Paraná luego de una ardua polémica. Como consignara Johanna Peltzer en nota del 17 de marzo de 2021, la producción causó diversas críticas dada la forma en la que la mujer es representada. Algunos de las manifestaciones de ese momento fueron: «No estamos rendidas», «nos ponen en lugar de víctimas y no de lucha»; incluso la página nacional Antiprincesas había publicado un meme al respecto. Otro punto polémico fue que el autor sea varón y que el trabajo haya sido una donación, en vez de que el Municipio de la capital entrerriana haya elegido una obra a través de un concurso o una convocatoria abierta para tal fin.
Por su parte, la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans convocaron en aquella ocasión a una reunión especial en el lugar de la colocación para discutir el tema. «Esta escultura nos pareció aberrante porque no representa el empoderamiento y la construcción colectiva que venimos haciendo hace años desde el movimiento. Nos muestra vulneradas y no consideramos que estamos siendo eso en este momento», había asegurado Macarena Cornejo en la nota a 170 Escalones. En aquel momento también decía: «No queremos que esta escultura nos aparezca en otro día de lucha nuestra, que la pongan en el medio de la Costanera un 3J. No queremos una reubicación. Probablemente, si no hubiese sido retirada hubiéramos hecho intervenciones o tomado cartas en el asunto, pero no llegamos. Sin embargo, vamos a estar atentas a lo que ocurra con esta situación».
La obra en cuestión es autoría de Marcelo Agusti y la placa que originalmente se encontraba en el pedestal indicaba que la figura se había hecho «en conmemoración de la lucha contra la violencia hacia las mujeres». En la nota mencionada, el escultor indicó: «Vivo rodeado de mujeres. Tengo cuatro hijas y mi señora, entonces me inspiré en ellas. Quise representar lo que viven en silencio y no quieren mostrar, la lucha que lleva cada una adentro. EYA está agachada porque está pensando, agobiada y cansada. No voy a hacer una escultura donde esté saltando o alegre porque esa no es la verdad, la mujer argentina sufre mucho maltrato. Yo quise representar la realidad».
En su emplazamiento en Pueblo Brugo, distante a 75 kilómetros de la capital entrerriana, la obra no está firmada, pero en su base se lee en una placa «No nos queremos tristes, frágiles, débiles… Nos queremos fuertes, libres, seguras. Rompamos el silencio, actuemos, denunciemos, visibilicemos la violencia hacia la mujer. No estamos solas!!!. Municipio Pueblo Brugo. Un trato x el buen trato. 25 de noviembre de 2021». Las palabras están acompañadas con algunos dibujos entre los que se distingue un perfil masculino con un puño amenazante que grita: «violencia, ira, golpes, insultos, odio, dolor». Completan la imagen dos siluetas de mujer: una sentada y abatida y la otra de pie y con el brazo extendido hacia delante a modo de freno de la violencia.
En el mismo espacio, hay más placas y carteles. Una de estas superficies lleva una leyenda llamativa: “La que puede, puede y la que no, la empujamos hasta que crea en ella misma, porque también puede”. El mensaje se completa con: «8 de marzo. Día Internacional de la mujer, fecha donde se reconoce este espacio como El Sector de la Mujer. Municipalidad de Pueblo Brugo 2021».
De este modo ha continuado el itinerario de una escultura que provocó el rechazo de organizaciones de mujeres y agitó las aguas del debate público sobre los modos de representar la violencia de género.
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